jueves, 29 de junio de 2017

Impulsan turismo sostenible en el sureste mexicano

Dicha región posee flora y fauna únicas en el mundo, se calcula que concentra hasta el 10% de la biodiversidad mundial.
 




Chiapas, AMC / ciberpasquinero

Despertar
en la selva Lacandona con el canto de las guacamayas y tucanes, y
contribuir al hospedarse ahí con la conservación de esas aves, así como
de otras especies en peligro de extinción o amenazadas como el jaguar y
el mono saraguato es un proyecto que se ha cristalizado en el trabajo de
la organización civil Canto de la Selva, que desde 2009 trabaja en el
municipio Marqués de Comillas, Chiapas, y junto con pobladores del sitio
ha logrado destinar 1,500 hectáreas de terreno para conservar la selva.

Entrar en contacto con la naturaleza sin destruirla y, por el
contrario, contribuir a que un ecosistema se conserve y genere empleos
bien remunerados ha sido uno de los logros de dicha organización —uno de
los 29 grupos que apoya la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso
de la Biodiversidad (Conabio) para impulsar el ecoturismo en el sureste
mexicano—.
Dicha región posee flora y fauna únicas en el mundo, se
calcula que concentra hasta el 10% de la biodiversidad mundial, pero al
mismo tiempo es una zona donde hay una gran presión por cambiar el tipo
del uso de suelo para practicar agricultura, ganadería o urbanizar. 





 


Tomando
en cuenta que el 85% del territorio en esa zona es propiedad ejidal y
comunitaria y que estas áreas suelen colindar con Áreas Naturales
Protegidas y parques bajo algún tipo de protección gubernamental, la
Conabio ha impulsado desde hace 17 años proyectos comunitarios que
ocasionen menores impactos negativos al entorno bajo la figura de
Corredores Biológicos.
“En ellos se impulsa como política la gestión
territorial sostenible, transectorial y multiactores, centrada en
proteger el patrimonio natural y cultural, mejorar la calidad de vida de
los habitantes y elevar la capacidad de adaptación ante el cambio
climático”, dijo Pedro Álvarez Icaza, coordinador general de Corredores y
Recursos Biológicos de Conabio.
En el caso del sureste, el Corredor
Biológico Mesoamericano abarca los estados de Yucatán, Quintana Roo,
Campeche, Chiapas, Tabasco y Oaxaca, en cada entidad se trabaja con los
habitantes para que sean partícipes de la conservación de la naturaleza y
que a su vez se beneficien de la riqueza natural que poseen.


Selva lacandona

“Tenemos
experiencias en la selva Lacandona que avanzan solas y tienen éxito,
como Canto de la Selva, que es apoyado por una asociación que coordina
la exsecretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Julia Carabias”,
comentó Álvarez Icaza.
Los proyectos sociales incluyen al
ecoturismo, pero también la producción de café orgánico, cacao, miel,
chicle, manejo de vida silvestre, entre otros, y han sido apoyados por
el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, organización que en 15 años ha
destinado 26 millones de dólares, con aportaciones federales, a través
de Conabio, y de los mismos productores con el fin de adquirir equipo,
capacitación e infraestructura.
“Promovimos la creación de empresas
sociales que hicieron alianzas productivas, se conformaron en empresas
mercantiles con un registro ante el Servicio de Administración
Tributaria y promueven en unidad una red de ecoturismo en Quintana Roo,
en el sur de Oaxaca y en Chiapas. 




Son 29 grupos

Son
29 grupos que se apoyan a través de cuatro asociaciones de productores
para que adopten prácticas amigables con la biodiversidad”, agregó.
Los
Corredores Biológicos son territorios conformados por áreas, paisajes y
zonas de conectividad, ya sean terrestres, costeras o marinas, con alto
valor de provisión de servicios ecosistémicos como la regulación del
ciclo hidrológico y la recarga de acuíferos y, con ellos, la
disponibilidad de agua; la captura de carbono; el control de la erosión y
la conservación de los suelos; la conservación de la diversidad
biológica, el acervo de recursos genéticos; la reducción de la
vulnerabilidad ante los desastres naturales y la conservación.


Ecoturismo



  1. La
    Organización Mundial del Turismo define al ecoturismo como una
    actividad realizada por pequeños grupos coordinados por empresas de
    propiedad local para observar y apreciar la naturaleza, así como a la
    cultura y prácticas tradicionales del lugar.
  2. Se
    busca aprender y apreciar, reducir en la medida de los posible los
    impactos negativos sobre el entorno natural y sociocultural y contribuir
    a la protección de las zonas naturales utilizadas.
    Se estima que el
    20% de todos los viajes en el mundo están relacionados con el
    ecoturismo, dejando derramas de alrededor de 20 mil millones de
    dólares. 
  3. En México la actividad ha tenido tasas de crecimiento del 25% anual.








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