sábado, 8 de noviembre de 2014

La bicicleta, nuevo símbolo de estatus









Imagen de bicicletas "Le Flaneur" diseñadas por Hermes, tomada el 6 de noviembre de 2014 en Pantin, FranciaCon
su elegancia silenciosa, la bicicleta se abre camino entre los símbolos
de estatus del siglo XXI, en modelos personalizados o firmados por
grandes del diseño y la moda.
En París, Milán o Tokio, la élite urbana escapa al estrés del
tráfico de automóviles y motos pedaleando "chic", sin contaminar ni
perder la calma. Los diseñadores rivalizan en imaginación para responder
a esa tendencia.


Fuera del anonimato de los sistemas de "bicis compartidas" que
circulan por las ciclovías en todo el mundo de Copenhague a Buenos
Aires, la montura personal del hípster, el empresario hiperactivo o el
"bo-bo" (burgués bohemio) termina siendo su tarjeta de presentación.


La casa Hermès especializada en el lujo lanzó en Francia la bicicleta
"Flaneur" (8.100 euros, 10.000 dólares), de aspecto clásico pero dotada
de un cuadro en fibra de carbono, ocho velocidades y una cadena
silenciosa que no ensucia.


"Está teniendo mucho éxito con los clientes habituales de la casa
pero también entre los fans de la bicicleta, que aprecian sus aspectos
novedosos", dijo a la AFP François Doré, director general de Hermès
Horizons.


Todos los puntos de contacto están recubiertos con cuero de novillo,
una terminación acorde a la tradición de marroquinería de la marca.
"Quisimos afirmar nuestra visión del ciclismo como medio de locomoción
fetiche del ciudadano moderno", explica Doré. El modelo existe además en
versión deportiva, más estilizada.


Bicicletas de
lujo "43 Milano"

Al otro lado de los Alpes, el fabricante italiano de bicicletas de
lujo "43 Milano" apeló a Pininfarina para concebir su "Fuoriserie" en
acero cromado (8.400 euros, 10.500), equipada con un discreto motor
eléctrico en la rueda trasera e inspirada en un modelo icónico de
automóvil creado en los años 30 por el famoso diseñador italiano.


"El cuero trenzado del sillín y el manillar están inspirados en el
tapizado de aquel automóvil", explicó a la AFP Paolo Pininfarina,
presidente de la empresa. Un producto en edición limitada, para
"dirigentes que viven en el centro de la ciudad, donde el tráfico a
menudo está restringido".


Inventado por el barón alemán Karl von Drais en 1817, el "caballo del
dandi" pasó a ser un emblema popular a mediados del siglo XX. Pero
ahora la bicicleta parece añorar sus raíces elitistas con modelos
sofisticados: Mercedes Benz, Porsche, Maserati, Lamborghini y Ferrari
también tienen cada cual su modelo de bicicleta de alta gama.


"Con la bicicleta, la gente recupera la independencia que tenía con
el automóvil sin los inconvenientes del tráfico: hacen ejercicio,
respiran y se liberan", explica Bruno Urvoy, un experto en marketing que
detectó el filón y abrió la tienda "En selle Marcel" en el centro de
París, especializada en "bellas bicicletas" y marcas de gama alta gama
que privilegian el placer y la estética.


Fabricantes italianos, británicos y alemanes suministran modelos
deportivos o urbanos. Por 1.450 euros, uno puede salir trepado a una
Schindelhauer modelo "Siegfried" de diseño depurado y marco de aluminio.
Para poseer una "Ludwig 18", también con transmisión por correa sin
cadena y sillín de cuero Cooper, habrá que desembolsar más del doble.


Estamos lejos de la austera bicicleta holandesa o la clásica
"Pinyin", la popular "paloma volante" producida en China a partir de
1950 en más de 500 millones de unidades.


Alto valor afectivo

Otra tendencia con viento en popa: personalizar o reparar con
repuestos sofisticados modelos "vintage" de alto valor afectivo -la
bicicleta de la adolescencia o la del abuelo- que le traen los clientes.


"Antes -explica Urvoy- el automóvil era un poco la vitrina del
estatus social, pero la bicicleta está recuperando ese rol, que permite
decir a los demás 'éste es mi estilo de vida y mi imagen': para algunos
es tan importante como la marca de los zapatos".


Hay creadores de modelos individuales, como Sueshiro Sano, fabricante
japonés de yates de madera según una tradición que remonta a nueve
generaciones y que crea sofisticadas bicicletas de madera en Tokio.


"Quise demostrar que el desempeño de estas bicicletas es idéntico al
de las de última generación en fibra de carbono", dijo Sueshiro desde su
taller en Tokio. "Recientemente, las bicicletas que fabriqué tuvieron
buenos resultados en las competencias".


Sueshiro Sano creo en total dos docenas de bicicletas. La vendió a
japoneses y algunas en el extranjero, en Holanda, Taiwán y China. "Son
bicicletas caras, -unos 18.000 dólares-, pero seducen a una clientela de
hombres maduros aficionados".


Las casas de moda no se quedan atrás. Dolce & Gabbana tiene su
modelo, Paul Smith diseñó un sillín con rayas coloridas. Y como sucede
con la alta fidelidad o los automóviles deportivos, a medida que crece
la sofisticación el techo es el cielo: una bicicleta Aurumania enchapada
en oro con 600 cristales de Swarovski cuesta unos 80.000 euros.


Obviamente en todo el mundo los
robos dan dolores de cabeza a los felices poseedores de estos vistosos
prototipos a pedal. Hecha la trampa, hecho el accesorio: para 2015 una
empresa emergente del sur de Francia lanzará el NigiBike. Dotado de GPS y
disimulado en el marco de la bicicleta, avisa al propietario por SMS
cuando el bólido a pedal se aleja solo inesperadamente.

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