viernes, 20 de abril de 2012

Sinérgia para vigilar al Popocatépetl

Semáforo a fase tres
El Popocatépetl, el segundo volcán más activo en México
En 2001 hizo la explosión más grande, una columna de 17 kilómetros

Por Esteban Salazar Herrera con información de la AMC 
 
 
La actividad volcánica del Popocatépetl es una mina de conocimiento para los investigadores de diferentes áreas porque implica estudios: sísmicos, de geoquímica, de la interacción de los gases, de señales magnéticas y un cúmulo de investigación para la comprensión del comportamiento de un volcán, aseguró la Dra. Ana Lillian Martin Del Pozzo.
La científica miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), señaló que este lunes “Don Goyo”, como popularmente se le conoce a este coloso, elevó por tercera ocasión en su historia reciente, el semáforo de alerta a fase tres. Sin embargo, dijo, el volcán de Colima sigue siendo el más activo en México, dejando al Popocatéptl en segundo lugar. 


Comportamiento del Popocatépetl
Martin del Pozzo narró que desde 1994 se registran pequeñas erupciones, así como periodos alternados de aumento y disminución de actividad, incluso en 1997 y 2003 las cenizas llegaron hasta la ciudad de México. 
A partir de 2001 disminuyó, aunque se han presentado erupciones pequeñas en 2002, 2003 y 2005.
A partir de 2005 la actividad del volcán no ha sido tan fuerte, hemos tenido pequeños domos como en 2009, en junio de 2011 tuvimos pequeños cambios en la química de manantiales, algunas explosiones han ocurrido el 26 de septiembre y 20 de noviembre y ahora en abril hemos registrado explosiones y señales magnéticas y sísmicas asociadas a crecimiento de domos.


Radio de seguridad
La fase tres del semáforo amarillo significa, entre otras medidas, que se debe mantener un radio de seguridad de 12 kilómetros alrededor del volcán, donde no está permitido transitar y que las instituciones están preparadas para evacuar las poblaciones aledañas, cosa que no ha sido necesaria hasta el momento.
La científica miembro del Comité Asesor del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), destacó que las investigaciones científicas sobre el volcán permiten reconocer variaciones en el comportamiento magmático y dinámica eruptiva.

Antecedentes
Dijo también que la explosión más grande que registró el gigante de 5 mil 452 metros sobre el nivel del mar, fue el 22 de enero de 2001.
“A final del 2000 comenzó a formarse un domo que fue destruido en enero en una columna que llegó a los 17 kilómetros de altura, aunque es chiquita comparada con las grandes explosiones de este volcán hace 900 o mil años atrás”.
Respecto a la importancia del estudio de todo lo que se genera alrededor de la actividad volcánica del Popocatépetl, la investigadora expresó que gracias al conocimiento que se ha conjuntado, también se tiene desde el 1995 un mapa de peligro, el cual se sigue alimentando con el progreso de las investigaciones.
Precisó que el conocimiento científico generado, es de gran utilidad para la planificación de potenciales medidas que permitan enfrentar este fenómeno. 

Los retos
Aunque, también habló de los retos, los cuales implican tener mayor instrumentación y mantenimiento del equipo existente, pues muchas veces se presentan problemas en el equipo de alta montaña, pues sufren desgaste por condiciones climáticas y por el uso natural.
El reto científico, tiene que ver con entender de manera precisa el comportamiento volcánico, reconocer las señales y alertar con el mayor tiempo posible de acuerdo a los escenarios, concluyó.

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